Geoparque de Granada, el geoparque del Cuaternario ibérico

Desde que nació en el año 2000 a partir de cuatro territorios europeos, entre ellos el turolense Maestrazgo, la iniciativa de los geoparques no ha hecho más que crecer. Hoy en día la lista que constituyen la Red Mundial de Geoparques de UNESCO ha crecido considerablemente y ya no solo tenemos geoparques en Europa y China, que siguen representando más del 60% del total, sino que también los hay en América e incluso en África. El que de momento sigue siendo el último de los geoparques españoles, fue aprobado por UNESCO en 2020 y define un territorio singular en el que la geología y el folclore regional van muy ligados. Es el geoparque de Granada, durante años conocido como geoparque Cuaternario.

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Distribución de los 81 geoparques que había declarados en Europa a finales de 2021, con la incorporación de nuevo de Maestrazgo. Con un círculo en negro se indica la posición del geoparque de Granada (fuente: europeangeoparks.org).

uNA CUENCA COMO GEOPARQUE

El geoparque de Granada está constituido por un total de 47 municipios pertenecientes a 3 comarcas diferentes (Guadix, Baza y Huéscar), que en conjunto abarcan una superficie de 4722 km2. Este extenso territorio, el mayor de todos los geoparques españoles, está constituido en su mayor parte por una depresión situada en el interior de la cordillera Bética, la cuenca de Guadix-Baza. También forman parte del geoparque las sierras de Huéscar y la Puebla, que definen la cabecera principal de la cuenca hidrográfica del Guadiana Menor, cuyos valles son una parte fundamental del territorio. El rico patrimonio natural del geoparque de Granada se aprecia por sus singulares paisajes y por los 72 geosites inventariados, varios de ellos reconocidos por el IGME como parte de alguno de los contextos geológicos españoles de relevancia internacional.

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Mapa del territorio que constituye el geoparque de Granada, cuyos 4722 km2 lo convierten en el más extenso de los geoparques españoles (geoparquedegranada.com).

Un viaje de 250 millones de años

La historia geológica que nos cuentan las rocas del geoparque comienza a principios del Mesozoico, en el Triásico, cuando Pangea empezó a romperse. El famoso supercontinente, que había nacido durante la orogenia Varisca en el Paleozoico, moría con la irrupción de varias lenguas oceánicas en su interior. Algunas de estas lenguas marinas lo hicieron en la península Ibérica y permitieron corredores en los que se sedimentaron potentes sucesiones marinas. Con el tiempo estos corredores ganaron en anchura, de manera que ya en el Jurásico Iberia era un microcontinente propio. Pero esta situación empezó a cambiar poco después, en el Cretácico, cuando los movimientos tectónicos se invirtieron y ese microcontinente empezó a acercarse a otros. En toda esta etapa mesozoica el geoparque de Granada registró una sedimentación marina que nos ha dejado varias rocas en el territorio, entre ellas las calizas jurásicas de cerro Jabalón, pero también la manifestación de una actividad volcánica submarina durante el Cretácico que se evidencia por la existencia de las lavas almohadilladas de Alamedilla.

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Las lavas almohadilladas (pillow-lavas) son un tipo de lava que se forma cuando esta solidifica bajo el mar. Fotografía de las lavas almohadilladas de Alamedilla, dentro del geoparque de Granada (imagen obtenida del Banco de Imágenes Geológicas de flickr.com).

Tras el impacto del asteroide o cometa que acabó con los dinosaurios no avianos, cuya capa de ceniza se puede ver en varios puntos de la península Ibérica, dio comienzo el Cenozoico de los mamíferos. En esta nueva era los movimientos tectónicos de aproximación continental siguieron y acabaron desencadenando el cierre de algunas de las lenguas oceánicas que rodeaban a Iberia, que pasó a ser la península de Europa que es hoy en día. A este conjunto de colisiones continentales lo conocemos como orogenia Alpina, y no solo es responsable de que vivamos en una península, sino de que esta tenga varios sistemas montañosos, la mayoría de ellos más o menos paralelos entre sí. De esta nueva etapa en el geoparque tenemos algunas rocas previas a la emersión marina, como es el caso de las calizas de la Peña del Castril o el afloramiento de Negratín, donde se puede apreciar muy bien el paso del medio marino al continental que hubo en el Mioceno.

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Fotografía del afloramiento de Negratín, donde se aprecia el tránsito marino-continental que marcó el fin de la historia marina de la cuenca de Guadix-Baza (geoparquedegranada.com).

Hoy en día el geoparque está constituido en su mayoría por un paisaje bastante agreste y de difícil cultivo que recibe el nombre de badland o malpaís, marcado sobre todo por los procesos erosivos. Tras el paso de la sedimentación marina a continental la cuenca actuó como receptora de sedimentos (endorreica), hasta que hace unos 500 000 años se abrió al mar y pasó a ser exorreica. Este cambió causó que, del mismo modo que ocurrió en la cuenca del Duero con la formación de Arribes del Duero, la red fluvial se encajase y constituyera una serie de valles, algunos de los cuales de gran profundidad. Ese es el caso del congosto del río Guardal en el término municipal de Huéscar.

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En el geoparque de Granada la erosión es la auténtica protagonista, ya que la mayoría de las formas del paisaje son el resultado de diferentes acciones erosivas, entre ellas el encajonamiento de la actual red de drenaje y la formación de sus valles fluviales (imagen tomada de metioenverea.es).

Uno de los aspectos más importantes del geoparque de Granada es el hecho de que sus rocas constituyen uno de los mejores registros sedimentarios de todo el Cuaternario continental europeo. Gracias a que la cuenca de Guadix-Baza actuó como receptora de sedimentos a lo largo de los últimos 5 millones de años, en sus rocas sedimentarias se puede seguir muy bien la evolución experimentada a lo largo de este tiempo y reconstruir el clima del Cuaternario. Dentro de su territorio existen además varios yacimientos paleontológicos de gran interés, como son los de Fonelas, Orci y Venta Micena, que forman parte del contexto de yacimientos de vertebrados del Plioceno y Pleistoceno español.

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Asociación fosilífera característica del yacimiento paleontológico de Fonelas P-1, Granada (fuente: EPVRF-IGME).

Qué ver en el geoparque

El geoparque de Granada tiene una gran y variada oferta de actividades de muy diferente naturaleza. Además de los centros de divulgación que hay, centrados en dar a conocer la realidad geológica, histórica y social del territorio, existen 4 rutas temáticas que se pueden realizar a pie o en bicicleta. Una de ellas, la Gran Senda de los Primeros Pobladores, recorre algunos de los principales yacimientos paleontológicos del geoparque. Sin olvidarnos de sus 72 geosites, entre los que tenemos, además de los ya mencionados, otros lugares de gran interés. Ese es el caso de las sismitas de Galera y Castilleja, manifestaciones fosilizadas de antiguos procesos de licuefacción que afectaron a los sedimentos durante eventos sísmicos de gran magnitud.

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Las sismitas son formaciones geológicas producidas por fenómenos de licuefacción que quedan fosilizados en los sedimentos (geoparquedegranada.com).

Bibliografía

IGME: «GR022, Barranco de las Cañadas, Barranco de las Quebradas, Cortijo de la Calahorra». En Inventario de Lugares de Interés Geológico. Ver online.

IGME: «GR023, Yacimiento paleontológico de Cúllar-Baza-1». En Inventario de Lugares de Interés Geológico. Ver online.

Geoparque de Granada: Página web del Geoparque Mundial de la UNESCO (enlace).

Soria, J.M. y Viseras, C, (2008): «La cuenca de Guadix. Rasgos geológicos generales». Cuadernos del Museo Geominero, nº 10, 3-19.

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