Todo paisaje es geología porque la geología es la que está detrás de los ríos que se encajan en los cañones fluviales, de los procesos que levantan las montañas y de cualquier agente que esté detrás del origen del relieve. La geología, como ciencia que estudia todos estos procesos, es la responsable de que en un lugar determinado tengamos un paisaje concreto que nosotros, incluso sin saber de geología, podremos valorar. Esta realidad, de la que no siempre somos conscientes, es una de las bases de la iniciativa de los geoparques, donde lugares de gran valor paisajístico y delicada situación social experimentan un impulso socioeconómico sostenible que se apoya en su entorno. Los geoparques, amparados por UNESCO, son una forma de aprovechar la geología de una región para darle un impulso que se apoye en el geoturismo. Entre las provincias de Burgos y Palencia, en Castilla y León, se encuentra el undécimo geoparque español, un lugar de gran valor paisajístico que entró a formar parte de la Red Global de Geoparques (GGN) el 5 de mayo de 2017. Así es el primer geoparque de Castilla y León.
Un territorio entre dos provincias
El geoparque de Las Loras se encuentra en la vertiente sur de la cordillera Cantábrica y tiene una peculiaridad única en España: es el único geoparque situado entre dos provincias. Su territorio ocupa una extensión de 950 km2 que corresponden a 16 municipios de Burgos (12) y Palencia (4), que comparten unos rasgos geológicos y culturales similares y un pasado histórico y presente económico común. Las Loras es una región escasamente poblada en la que la densidad de población de muchos de sus municipios es de menos de 7 hab/km2. Geográficamente el geoparque se caracteriza por asentarse en un entorno que está a caballo entre las montañas cantábricas y la cuenca cenozoica del Duero, sin olvidarnos de una pequeña porción del territorio que pertenece a la cuenca hidrográfica del Ebro.
Dentro del ámbito cultural, muy importante también en los geoparques, Las Loras destaca por ser el lugar donde encontramos el llamado románico palentino, la más importante concentración de monumentos románicos de toda Europa. El monasterio de San Andrés de Arroyo, en Santibáñez de Ecla, o la iglesia de San Martín en Matalbaniega son solo dos ejemplos de los muchos que hay en el geoparque. Pero no todo es románico en Las Loras, ya que también en este territorio tenemos construcciones megalíticas como el dolmen de la Cabaña, castros prerromanos como es el castro de la Ulaña, castillos medievales como el de Aguilar de Campoo y hasta un campo petrolífero, el único de la península Ibérica: Ayoluengo.
En Las Loras existen cuatro espacios naturales protegidos en los que la geología ha tenido mucho que decir. El Parque Natural de las Hoces del Ebro y Rudrón, en Burgos, es un espacio protegido formado por la incisión que han hecho los ríos Ebro y Rudrón en las extensas planicies de los páramos, donde han creado una serie de hoces que contrastan con el resto del entorno. El Espacio Natural de Las Tuerces, en Palencia, es un territorio afectado por procesos kársticos en el que el agua ha disuelto la roca para dar lugar a diversas formas geológicas espectaculares y un paisaje de gran valor visual. El Espacio Natural de Covalagua, de nuevo en Palencia, es un lugar formado de nuevo por el modelado kárstico, esta vez constituyendo cuevas y tobas por las que hoy en día discurre el río Ivia. Y por último tenemos la ZEPA de Humada-Peña Amaya, donde las elevaciones que dan nombre al geoparque han permitido el asentamiento de una gran diversidad de aves, algunas de ellas en situación vulnerable.
Los grandes páramos calizos
En el Cretácico Superior la península Ibérica se encontraba en una posición más o menos tropical y en sus costas se desarrollaban arrecifes de rudistas, unos bivalvos de forma cónica muy importantes dentro del complejo Urgoniano. En este ambiente, tan diferente al actual, se desarrollaron cuerpos de roca caliza que con el tiempo, y por su mayor resistencia a la erosión, han quedado como resaltes topográficos, elevaciones tabulares de superficie plana y paredes verticales que reciben el nombre de loras. Las loras son sin duda el elemento del paisaje más importante del geoparque, además de ser la seña de indentidad del territorio y la causa de su nombre, y dada su naturaleza carbonatada, son también las responsables de que en el geoparque encontremos abundantes elementos de origen kárstico, como dolinas, tobas o cuevas.
El geoparque de Las Loras tiene muchos atractivos y la geomorfología, el paisaje, no es lo único destacado dentro de la geología. Desde el punto de vista estratigráfico los materiales sedimentarios depositados durante el Mesozoico tienen una excelente preservación que ha permitido estudiar la evolución sedimentaria de la cuenca Vasco-Cantábrica. Además, debido a que estamos hablando de las estribaciones meridionales de la cordillera Cantábrica, en el geoparque tamnbién encontramos elementos estructurales muy importantes para estudiar y comprender la orogenia Alpina, con pliegues sinclinales y anticlinales, fallas y cabalgamientos e incluso estructuras diapíricas. Y por último tenemos su paleontología, donde destaca la presencia de importantes yacimientos de dinosaurios y de faunas marinas, como es el caso de los arrecifes de rudistas que antes mencionábamos.
Un campo petrolífero burgalés
Una de las singularidades geológicas de Las Loras es el hecho de que en el geoparque tenemos el único campo petrolífero de la península Ibérica. Hoy en día ya no se explota petróleo desde que la concesión no fuera renovada en 2018, pero Sargentes de la Lora, a poco más de 60 km de Burgos, sigue siendo un municipio marcado por un pasado bañado en petróleo. Y es que desde que se obtuvo petróleo por primera vez en 1964, el campo petrolífero de Ayoluengo ha producido unos 17 millones de barriles de crudo en 50 años. Parte de esta historia la podemos conocer visitando el Museo del Petróleo, en Sargentes de la Lora, que abrió sus puertas ya en 2015.
Qué hacer en Las Loras
Son muchas las actividades que podemos llevar a cabo en Las Loras, como es escalada, espeleología o actividades náuticas en el embalse de Aguilar de Campoo. También se pueden llevar a cabo algunos de las numerosas rutas con itinerarios temáticos, ya sean centradas en el arte románico, siguiendo los numerosos castros prerromanos o visitando los diferentes saltos de agua. Si lo que nos gusta es el ciclismo existen varias rutas en bici de diferente distancia y dificultad, y si preferimos andar podemos seguir los caminos rurales y sendas de montaña que hay en el geoparque. Incluso relizar alguna de sus geosendas, que no son más que rutas a pie que siguen determinados itinerarios interpretativos que podemos hacer autoguiados ayudándonos de folletos y de la propia señalización. Todo ello para conocer este interesante geoparque que encontramos entre dos provincias.
Bibliografía
Diputación de Palencia: Rutas del Románico (enlace).
Geoparque Las Loras: Página web del geoparque (enlace).
Javier Basconcillos Arce (coordinador) (2018): «Las Loras. Memoria de la Tierra». Editado por Asociación para la Reserva Geológica de Las Loras – Argeol. 180 páginas.
Jorge Navarro Comet (2016): «El campo petrolífero de Ayoluengo: 50 años de historia». 39 páginas.
José M. Quero, Pablo Rivas, Leire Barriuso, Ferran Climent, Alberto Gil, Ángel Hernández, Javier López, Ana Ruiz y Alicia Serna (2013): «La red de geoparques españoles». Quercus, 325, 38-48.
Gracias! Visité hace dos años el que hay en el alto Tajo, y la verdad es que es un disfrute aprender el lenguaje de la tierra. Un saludo y buena tarde
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